El lunes mientras íbamos al trabajo yo le comenté lo bonitos que estaban los almendros en flor, lo que me gustaban las flores de almendro; que me gustaban más las que tienen color rosado, que las blancas del todo. Que me gustan esas ramas de almendro repletas de flores, no las ramas con cuatro flores, no, me gustan esas que parece que se van a romper de tantas flores que tienen.
Y ayer cuando vino del trabajo me trajo estas. Se metió por un camino, porque desde la carretera vio un almendro de los que a mí me gustan y me trajo una rama repleta de flores. No solo adornan el salón, también lo perfuman.
Y con eso me ha hecho feliz, porque a mi me importa poco que hoy sea el día de los enamorados. A mí lo que me gustan son estos detalles.
Hay alguien más en casa que también está feliz con las flores de almendro.
q guay!
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